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martes, 23 de enero de 2018

Camino a Urik - Sesión 13 (20/01/18)

Las puertas del fin

El caldero de dunas arenosas era el lugar ideal para una emboscada. Con esto en mente Hukaa utiliza el sendero para adelantarse y tener un mejor panorama. A la distancia logra divisar un grupo de exploradores urikitas e inmediatamente comunica esto a Coconan con su telepatía.
Coordinan la emboscada y Hukaa se desliza por la ladera de la duna en dirección al contingente, sus ojos arden como indicio de lo que sucederá. Del caliente suelo, bajo los pies de los guerreros, surgen llamas infernales que los calcinan vivos sin opción alguna más que morir.


Confiada de su éxito continúa descendiendo. Lamentablemente dos urikitas más se escondían tras un hechizo de invisibilidad: un templario de Hamanu y un Profanador. La psiónica cae enseguida en un hechizo de control mental mientras llega el resto del grupo.

Coconan se lanza al combate
Habiendo perdido ya todo su grupo de choque los urikitas son abatidos rápidamente. El templario es paralizado por la piedra de Kivi y luego de derrotado es tomado como prisionero. No pueden sacarle mucha información. Sólo una espada de acero que bien vale el sufrimiento. Apenas consiguen algo de información del siervo de Hamanu, que luego de ser torturado es asesinado.
Con la presión de Rikus y sus exigencias deciden forzar la marcha viendo desde la cima del caldero arenoso el humo del campamento de guerra urikita.
Coconan despedaza la armadura del templario

Saben la posición, pero aún no su número... Deciden acercarse más y llegan a una extraña formación rocosa que parece una torre desde la que habían visto salir humo. La escalan hasta la galería superior y se encuentran con quien creen es un explorador urikita, lo aniquilan antes de que pueda pronunciar palabra. Desde allí logra ver mejor el ejercito enemigo. Unos diez mil soldados.
Con esta información vuelven a toda prisa con el ejército de Tyr y tras despertar por las malas a Rikus consiguen dar su informe.

Rikus, el mul gladiador que clavó su lanza en Kalak
Un nuevo consejo de guerra es organizado dónde Coconan debe dar su informe a todos los comandantes. Todos parecen muy nerviosos por la inminente guerra al darse cuenta que el siguiente día sería el gran enfrentamiento... Todos menos los gladiadores: Rikus, Neeva, Gaanon y Coconan. Rikus los vuelve a poner con los pies sobre la tierra con gritos y algunos cachetazos. Finalmente al héroe de la espada mágica le asignan la tarea de preparar una distracción para los exploradores enemigos. Sólo así el ejercito tyriano podría emboscar al urikita y vencer, sino esa sería su última noche en Athas. Coconan presenta sus planes que son fuertemente criticados y ajustados hasta que son aprobados por el implacable Rikus. Antes del siguiente amanecer un mensajero avisa a Coconan que debe poner en marcha su plan y parte con todo su grupo. 
Coconan lidera a su grupo y confía en sus exploradores para armar un juego de gato y ratón con los exploradores enemigos de manera de distraerlos. Utilizan la psiónica de Hukaa para levantar huracanes que agiten la arena como lo haría un ejército real, la magia de Alkrom que levanta grandes cantidades de figuras de piedras para que caminen y dispersen más polvo, Coconan ordena y guía a sus hombres para que muevan arena produciendo el mismo efecto, Kivi utiliza su hechizo de muro de viento para lanzar más polvo por el aire de la misma manera. Con todo esto y la ayuda de los exploradores distraen al enemigo haciéndoles creen que ellos eran el ejercito entero de Tyr durante todo el día, con la confianza de que Rikus y la gente de Tyr logre obtener una ventaja.
Comandantes Enemigos
Y que luego de unas horas en las que creen que los ejércitos principales chocan, deciden separar sus fuerzas y arremeter contra las dos formaciones de exploradores urikitas que empezaban a rodearnos. Finalmente llegan noticias de que los el grupo que se separó de Coconan se diezmó frente al otro grupo y que los héroes se preparan para resistir la arremetida de halflings caníbales y jinetes enemigos.


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